(EE.UU.201’ Dir. Bernard MacMahon)
-Proyección en tres capítulos con intervalos-
Una obra monumental, imperdible para músicos y melómanos.
Esta verdadera épica de la música norteamericana dividida en tres partes (The Big Bang, Blood and Soil y Out of the Many the One) es un recorrido fascinante por la historia de géneros diversos, intérpretes y compositores, pero también es una saga pletórica de pasión, diversión, trabajo e inspiración. El colapso de las compañías musicales en los años veinte, la necesidad de inventar una máquina trasladable para poder grabar a los músicos lejos de los centros urbanos y el “descubrimiento” de una vasta zona de artistas ignorados –la mayoría pobres– constituyen el comienzo de lo que hoy conocemos como la música moderna de los Estados Unidos. Los nombres más o menos célebres que desfilan por la pantalla son muchos, cada uno un pionero o un continuador aventajado de quienes lo precedieron, pero la riqueza del conjunto, que se puede ver sobre todo en el extraordinario material de archivo, es algo digno de apreciarse.
Como corolario festivo de la American Epic Trilogy, estas sesiones de músicos contemporáneos, con el eficaz maestro de ceremonias Jack White y producción de T-Bone Burnet, resultan de una inmediatez y una frescura por momentos estremecedoras. Tocando en el estudio y registrando la música con un equipo antiquísimo –una máquina tan bella como intrigante y aparatosa, la misma usada por muchos de los pioneros que aparecen en la trilogía–, los intérpretes rinden homenaje a la amplia historia de la música moderna norteamericana y se prueban en el trance de ser, también, una parte de ella. Las actuaciones de Alabama Shakes, Elton John, Willie Nelson, Merle Haggard, Taj Mahal o el propio White son de un esplendor exquisito y constituyen una celebración del presente en clave de reconocimiento a los predecesores.